Antes de profundizar en el tema, es importante destacar que los perros tienen una forma diferente de dormir que los humanos. Mientras que los humanos necesitamos entrar en un estado de sueño profundo para recuperarnos y descansar, los perros siempre están alerta y vigilantes. Esto se debe a su naturaleza instintiva, en la que necesitan estar alerta para protegerse de los peligros y defender su territorio.
Su descanso se divide en dos fases: una más larga y menos profunda y otra breve en la que se produce la fase REM. Durante la fase REM, se observan movimientos característicos como el desplazamiento de las patas, movimientos faciales y en la cola, así como vocalizaciones como lloros, gemidos, ladridos, gruñidos y aullidos, entre otros.
También pueden abrir los ojos y tener una respiración agitada. Estos signos, que no necesariamente ocurren todos, suelen durar solo unos minutos. Después, el perro vuelve a dormir tranquilamente o, en ocasiones, se despierta asustado. Es importante no despertarlo y hablarle con tranquilidad si se despierta por sí solo.