Antes de empezar, os aconsejamos empezar a trabajar esta orden en espacios cerrados que no tengan muchos estímulos para el perro para que el aprendizaje sea mas efectivo.
Todos sabemos que la comida es una de las debilidades de los perros y en ellos nos vamos a basar para que nuestro perro aprenda que cuando le llamamos tiene que venir.
Cuando nuestro perro se encuentre lo bastante lejos nos agachamos con una chuche en la mano, abrimos los brazos para darle un buen recibimiento y le damos la orden: ¡Luna, ven!. Mientras el perro este viniendo podemos reforzarlo con frases positivas como «buen chico», «muy bien» o lo que se solamos decirle.
Debemos repetir el ejercicio varias veces al día durante al menos 2 semanas para que nuestro perro interiorice bien el aprendizaje.
A medida que vayamos progresando podremos hacerlo en espacios abiertos con correas largas para finalmente dar el gran paso a hacerlo sin correa en el parque por ejemplo.
Hay perros que no quieren premios ni comida cuando están en la calle, si es tu caso, te recomendamos darle menos cantidad de comida durante el aprendizaje para que tenga hambre y puedas trabajar a base de premios la llamada.